Gritándole al tiempo me
encuentro cada mañana
al despertar.
Un tiempo que pierdo
que no encuentro ni
en la luz del sol ni en
la oscuridad de la noche.
Un tiempo que me devuelve
el grito, un grito que me desgarra
por dentro y me hace sangrar
por fuera.
Un tiempo que es pintado,
inventado, un tiempo
que cargo en mi espalda,
un tiempo que me abandona
cuanto más lo busco.
Un tiempo que odia y ama
a la vez que crea las tormentas
y huracanes a los cuales
he de enfrentar si o si…
¡Un tiempo que miente mirándome
a los ojos, que manipula cada paso
que doy, que tergiversa los recuerdos
que llegue a olvidar!
Un tiempo que me hace llorar,
que me hace volver a gritarle
con la misma fuerza con la
que llegue a odiar.
Un tiempo que es incapaz
de tocarme el alma pero que
endureció mi corazón como si
de diamante y acero hubiese
sido creado y... ardiendo lo
encajaron en mi pecho.
encuentro cada mañana
al despertar.
Un tiempo que pierdo
que no encuentro ni
en la luz del sol ni en
la oscuridad de la noche.
Un tiempo que me devuelve
el grito, un grito que me desgarra
por dentro y me hace sangrar
por fuera.
Un tiempo que es pintado,
inventado, un tiempo
que cargo en mi espalda,
un tiempo que me abandona
cuanto más lo busco.
Un tiempo que odia y ama
a la vez que crea las tormentas
y huracanes a los cuales
he de enfrentar si o si…
¡Un tiempo que miente mirándome
a los ojos, que manipula cada paso
que doy, que tergiversa los recuerdos
que llegue a olvidar!
Un tiempo que me hace llorar,
que me hace volver a gritarle
con la misma fuerza con la
que llegue a odiar.
Un tiempo que es incapaz
de tocarme el alma pero que
endureció mi corazón como si
de diamante y acero hubiese
sido creado y... ardiendo lo
encajaron en mi pecho.
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