lunes, 20 de agosto de 2018

Un tiempo

Gritándole al tiempo me 
encuentro cada mañana 
al despertar.

Un tiempo que pierdo
que no encuentro ni 
en la luz del sol ni en 
la oscuridad de la noche.

Un tiempo que me devuelve 
el grito, un grito que me desgarra
por dentro y me hace sangrar 
por fuera.

Un tiempo que es pintado,
inventado, un tiempo 
que cargo en mi espalda,
un tiempo que me abandona 
cuanto más lo busco.

Un tiempo que odia y ama
a la vez que crea las tormentas
y huracanes a los cuales 
he de enfrentar si o si…

¡Un tiempo que miente mirándome 
a los ojos, que manipula cada paso 
que doy, que tergiversa los recuerdos
que llegue a olvidar!

Un tiempo que me hace llorar,
que me hace volver a gritarle  
con la misma fuerza con la 
que llegue a odiar.

Un tiempo que es incapaz
de tocarme el alma pero que 
endureció mi corazón como si 
de diamante y acero hubiese 
sido creado y... ardiendo lo
encajaron en mi pecho.

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