Un demonio amarillo de ojos negros
se esconde cada mañana
en un rincón de mi habitación.
Esperando a que llegue su noche
para hablarme en cortos y
aterradores susurros.
Mentiras balbucea su boca,
mentiras que inundan mi corazón
y lo envenena desde dentro.
Cada noche mis oídos escuchan
su voz, una voz que invade mis
recuerdos de cruel forma y a la vez
sutil y tierna.
Un diablo amarillo de ojos negros
lentamente me está arrancando el alma,
con una malévola sonrisa, introduce
su mano en mi pecho.
Mi garganta estalló, soportando un
dolor agonizante cuanto menos,
mis ojos inundados de agua salada
se cerraron con fuerza.
Mis pulmones dejaron de funcionar,
mi corazón dejó de latir y el demonio
amarillo de ojos negros me llevó
arrastrando mi vacío cuerpo.
Ahora rodeada de mil demonios
amarillos de ojos negros,
vagando por las dunas de este valle
inhóspito, donde la muerte grita,
—¡silencio! —y el silencio arrastra
el hedor de la muerte.
se esconde cada mañana
en un rincón de mi habitación.
Esperando a que llegue su noche
para hablarme en cortos y
aterradores susurros.
Mentiras balbucea su boca,
mentiras que inundan mi corazón
y lo envenena desde dentro.
Cada noche mis oídos escuchan
su voz, una voz que invade mis
recuerdos de cruel forma y a la vez
sutil y tierna.
Un diablo amarillo de ojos negros
lentamente me está arrancando el alma,
con una malévola sonrisa, introduce
su mano en mi pecho.
Mi garganta estalló, soportando un
dolor agonizante cuanto menos,
mis ojos inundados de agua salada
se cerraron con fuerza.
Mis pulmones dejaron de funcionar,
mi corazón dejó de latir y el demonio
amarillo de ojos negros me llevó
arrastrando mi vacío cuerpo.
Ahora rodeada de mil demonios
amarillos de ojos negros,
vagando por las dunas de este valle
inhóspito, donde la muerte grita,
—¡silencio! —y el silencio arrastra
el hedor de la muerte.
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